En busca del nombre perfecto

El nombre del fanzine no estuvo claro desde el principio, surgieron varios y terminamos eligiendo uno corto y directo, Fancine, jugando con las dos palabras, por el significado que tienen.

Tras meses de trabajo en otros aspectos y diferentes diseños que encajaran con la portada (esa es otra historia con sorpresa incluida que en otro momento se desvelará), llegó el momento de certificarlo y cual fue nuestra sorpresa que ese nombre no podía ser, alguien en algún lugar muy lejano ya había decidido que su proyecto personal se llamara así.

Hubo que tomar una decisión rápida, improvisada, pero con cierta cabeza. Hacía unos días había estado en un mercadillo del juguete antiguo que se organiza todos los sábados en el Museo del Ferrocarril en la Estación de Delicias en Madrid y allí había encontrado un puesto con montones de revistas, tebeos y cómics. Allí entre Brugueras y Vertices también había varios números de cierta revista que compraba en mi infancia y adolescencia a mediados de los 80 que me hacía entrar de lleno en un mudo increíble de fantasía, terror y ciencia ficción.

Fue como un repentino golpe, la imagen de la portada de uno de los números que compré, y dije...¿Y por qué no homenajear a aquella mítica publicación? A nadie le pareció mal.

ZonaCine es el resultado.