Viernes 13 y su música. Parte I.

30.12.2017

Viernes 13 no solo es un día de la semana asociado a una fecha en el calendario que va ligado a la mala suerte, para los supersticiosos, claro está, para una legión de fans del cine de terror representa una de las franquicias más queridas del género. Sean S. Cunningham fue el director que inicio la saga en 1980, no tenía un guión definido, pero confiaba en que solo el título llamara la atención, y así fue.

En esta entrada no nos vamos a centrar en la película en si y tampoco en la saga completa, sino en una de las partes importantes que contribuyeron al éxito, y no es otra que la música y ese famoso tema que acompaña a Jason y compañía a lo largo de las diferentes películas. El compositor, Harry Manfredini conocía ya al director de dos trabajos previos y un día, como quien no quiere la cosa, en la cocina del Sean, éste se giró, le miró y le dijo que iba a hacer una película que iba a dar mucho miedo llamada VIERNES 13 y que él iba a hacer la música. El resto es historia. 

En la estela del HALLOWEEN de John Carpenter dos años antes, el filme de Cunningham se estrenó el 9 de Mayo de 1980 con la calificación R y recaudó unos impresionantes 6 millones de dólares en su primer fin de semana siendo la película más vista esos días, llegando a casi los 40 millones de ingresos finales. Ni que decir tiene que antes siquiera de celebrarlo ya se estaba planeando una segunda parte. El dinero origina secuelas en la mayor parte de los casos y este es un ejemplo perfecto, con el final de la original muy claro sobre quien era el villano, lo de obviarlo para poder continuar no sentó nada bien a su director que no quiso saber nada de la continuación, igual que el maestro del maquillaje Tom Savini, y fue Steve Miner quien se hizo con las riendas de la segunda y tercera parte. 

El score de VIERNES 13 se basaba en un tema principal que arropaba las imágenes sin que el asesino fuera visto en ningún momento, sin embargo esta segunda parte requería un enfoque completamente diferente para transmitir de manera efectiva el máximo terror posible ya que el asesino, en esta ocasión, se veía varias veces a lo largo de la película, de tal forma que el enfoque se convertía en algo más físico que psicológico. 

Muchos de los bloques musicales que compuso para la primera entrega se conservan y en ellos se basa la partitura de la secuela. Utiliza las mismas sonoridades, fragmentos melódicos e incluso empleó a los mismos trece músicos que colaboraron con él. Pudo incorporar tecnología que no había estado disponible en 1979. 

"Con el paso del tiempo, se lanzaron nuevos sintetizadores, así que los agregué a mi arsenal de sonidos." Manfredini no estaba tratando de hacer nada nuevo con la música para la secuela y era consciente de ello. El equipo creativo sabía lo que hizo que la primera película fuera un éxito y simplemente se dispuso a contar una historia relacionada con la esperanza de que también atrajera al mismo público. "Me quedé con el mismo material y me acerqué a él de la misma manera que en la primera película. Utilicé el mismo motivo ki-ki-ki ma-ma-ma siempre que el asesino estaba presente, excepto que ahora, ya no era un misterio. Sabemos quién es el asesino" 

Seguiremos con Viernes 13 y su compositor en siguientes entregas.¡Hasta la próxima! 

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